Hola!
Al ritmo de la Gasolina y reggaeton, les escribo mi primera carta desde este, para mi aun extranio lugar…
Asi como lo leen, es mi segundo dia en Katmandu, son las cinco de la tarde, el sol empieza a ponerse, estoy sentada en un café internet y desde la calle me llegan los bien conocidos (mas nunca extraniados) ritmos del reggaeton… no solo, van acompaniados de sonidos en una lengua desconocidos, motocicletas y carros pasando, los pitos de los mismos sin pausa, sonidos que aun no logro descifrar.
Acabo de salir del hotel… dormi muchisimas horas, creo que 17… no se cuando dormi tantas la ultima vez. Supondre que mi cuerpo las necesitaba y tal vez mi espiritu tambien, para alcanzar al cuerpo. Despues de despertar me quede acostada mucho tiempo acostumbrandome a los sonidos, a la idea de estar aqui, meditando y por ultimo leyendo algo que nada tiene que ver con Nepal para distraerme un poco, para descansar la mente.
Del vuelo no hay mucho que contar, la comida rica (especialmente vegetariana para mi!), vuelos relativamente cortos (la gasolina parece gustarles, es la segunda vez que la repiten y a todo volumen! casi me siento en casa… ) seis y cuatro horas, peliculas para escoger, escribir un poco, dos asientos para dormir… Esperar dos horas en Doha, en los Emiratos Unidos, un aeropuerto que compite con los europeos en modernidad pero algo mas pequenio, tiendas llenas de brillo y lujo, si no hubiese sido por la variedad de colores, formas y lenguajes de las personas, mayor que en otros aeropuertos que he visto, habria podido ser un aeropuerto cualquiera en cualquier lugar del mundo. Por alli unas mujeres envueltas en telas negras a excepcion de los ojos, unas manos pintadas con henna, ohhh! Es demasiado para describirlo todo y ademas no se si todavia lo recuerde, con todo lo que he visto desde entonces!
Llegar aqui no fue taaan choqueante como cuando llegamos a Camerun, sera porque era de dia y habia mucha gente. El avion venia lleno. Ademas no habia nadie ofreciendome agresivamente sus servicios, pero si me recibio la voz de Marlene (mi companiera de estudios, para quien no lo sabe, que ya esta aqui desde octubre), gritando mi nombre. Que alegria y que alivio los mios. Sucede que en el aeropuerto, despues de aterrizar y mientras hacia los tramites para la visa ( una foto, una solicitud, treinta dolares para dos meses… aqui para todo quieren foto y pasaporte, pero eso luego…), se me ocurrio que entre mis cosas no llevaba ni el numero de tel de Marlene, ni la direccion de nuestro hotel, ni habia yo cambiado dinero, ni tenia la carta del hospital en el que trabajare, en fin, no llevaba nada mas que mi confianza en que todo saldria bien y mi buena suerte. Las dos ultimas cumplieron su funcion y no traicionaron mi fe en ellas: Marlene estaba alli, ya una experta en el trato con taxistas y nepalis en si, una experta conocedora del lugar y ella tambien muy contenta de verme.
El viaje del aeropuerto a Thamel, el centro turistico de Kathmandu, fue todo un “trip” (jejeje), con un oido y un ojo atenta a todos los consejos que Marlene me iba dando, sus experiencias, sus expectativas, planes, sobre todo: hotel, ciudad, viajes, hospital, internet, comida, gente, lavar ropa. Y con el otro oido atenta a lo que pasaba fuera del carro, las masas de gentes en coloridos vestidos, el clima (que para nada es frio), las calles llenas de baches, pero aun mas llena de carros, motocicletas, bicicletas y no se que tanto mas, en un caos increible! Imaginense una callecita que apenas da para ser de dos vias, en la que un carro rebasa al otro, las motos y bicis se meten por enmedio, de vez en cuando los peatones tambien y por alli un animal jalando algo… todos dandole con ganas a sus pitos, gritando, mas los motores. Ademas envuelto ese ser dinamico en una nube de, mas que olores, hedores, sobre un fondo de casas delgadas y altas construidas sin ton ni son, de colores y formas que solo pueden ser resultado del azar, el cielo cubierto de nubes grises por alli un arbol… Creo que lo que escribo es un caos igual, no me alcanzan las palabras…
y ademas el hambre me incita a seguir caminando, en busca de algo comestible… que es un tema por si mismo, igual que la gente y las tiendas y el hotel y Thamel…
En la calle dejo de sonar reggaeton, ya “solo” se oyen las voces y los medios de transporte… a mi me duele la cabeza, necesito comer y tomar algo, descansar otra vez…
Tengo planeado venir a un internet despues de comer, para seguir escribiendo, supongo que lo hare en aleman! Ya maniana tendre tiempo otra vez. Espero levantarme mas temprano! Y ahora algo que no puedo dejar de escribir antes de pelearme con la tecnologia para subir el texto al blog e irme despues a comer: solo los sabados son fin de semana aqui!!!! Y yo lo pase dormida! Jajajaja
Les mando muchos abrazos y saludos y hasta la proxima!
Ixquic
fotos luego, cuando tenga mas y con mas tiempo
sábado, 8 de diciembre de 2007
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