martes, 30 de septiembre de 2008

Juan Rulfo

escribió:

Desde entonces no tuvo otro quehacer que estarse leyendo aquella clase de libros donde él encontraba un relato parecido al de sus sueños. Se volvió muy flojo. Porque a todos los que les gusta leer mucho, de tanto estar sentados, les da flojera hacer cualquier otra cosa. Y tú sabes que el estarse sentado y quieto le llena a uno la cabeza de pensamientos. Y esos pensamientos viven y toman formas extrañas y se enredan de tal modo que, al cabo del tiempo, a la gente que eso le ocurre se vuelve loca.

Aquí tienes un ejemplo: yo.

estoy de acuerdo!

podría ser yo tambien.

1 comentario:

gudruncita dijo...

o tb yo. y me diecen que pienso demasiado.
pues no se.
digo yo que trabajo demasiado.
te parece q te visite la otra semana en wü?
podriamos pasar un dia de vacaciones. visitar algun museo, ir a la piscina, al cine, bailar, cocinar, hacer algo o nada, reir, hablar, llorar un ratito. te parece? que vas a hacer el fin de semana? yo a lo mejor ya el viernes o el sabado vuelvo a franconia...