sábado, 27 de septiembre de 2008

Berlin

Berlin, Berlin, Berlin.
No lo sé con seguridad, pero estoy segura que hay una y muchas canciones dedicadas a Berlin. Del mismo modo que tiene su mascota, un oso, al que se encuentra en todos lados, con muchas formas, olores y hasta sabores!


A mí me encanta Berlin, me gusta estar allá de visita. Vivir, no lo sé. Para mí hay varios modos de visitar Berlin, uno, el tranquilo es ir, visitar amigos, ir a cafés o fiestas, ver los lugares cotidianos de la ciudad, levantarse tarde y acostarse tarde. Otro el cargado de obligaciones, cuando voy a seminarios o congresos y que siempre aprovecho además para encontrarme, aunque sea por un momento con mis amigos. Y el tercero, cuando voy con ganas de ver la ciudad histórica, ver los monumentos, conocer los lugares en donde acontecieron hechos claves para Berlin, Alemania, el mundo...

Hace dos semanas estuve en Berlin, fue una mezcla de visita dos con tres. Tengo ganas de contarles sobre los aspectos de tres.

Hasta hace algunos anios, como todos (creo) saben, Berlin estaba partido por la mitad. No exactamente como un pastel, pero sí partido, había un muro que pasaba por la ciudad. De un lado el mundo occidental, del otro el socialista. Hoy, como recuerdo aun se ve por las calles una linea de piedras por donde pasaba dicho muro y en la Plaza de Potsdam y algunos otros lugares se ven restos del muro.
Y si uno quiere, hasta puede, por dos Euros, ponerse el monton de sellos en el pasaporte, que eran necesarios para cruzar de un lado a otro, dado el caso que se lo permitieran a uno...
Según dicen, el primer semáforo que se inventó.
Sony-Center, un edificio de alta tecnología en la misma plaza.


Caminando por la Potsdamerstraße desde la Plaza Potsdam o yendo con el metro no. 1, se llega a la estación Wittenbergplatz, allí en la esquina está el famoso KaDeWe, el Centro Comercial del Occidente (Kaufhaus des Westen), una de las tiendas más caras y famosas de Berlin. A mí me encanta pasear por la sección de Dulces y otros muchos gustos al paladar! Allí voy oliendo, saboreando, imaginando y con eso me siento feliz. Si tuviera que escoger algo, para comer o comprar, creo que no sería feliz, es demasiado.
Desde allí caminando por la Kurfürstenstraße o la Kleiststraße, se llega al Europa Center, otro centro comercial, menos famoso y para nada bonito, pero que alberga el reloj más impresionante que hasta ahora he conocido. Es, por así decirlo un reloj de agua y péndulo. Ahora no tengo foto, pero en otra ocasión. Frente a este centro comercial se encuentra la Gedächtnisskirche, en espaniol Iglesia de la Memoria. La llamaron así, porque es una de las iglesias que después de la segunda guerra mundial no fue reconstruida, como monumento a la memoria y para no olvidar lo que la guerra trajo consigo. Junto a la Iglesia antigua, en la misma plaza, construyeron una iglesia moderna, en Berlin conocidos como el Pintalabios y la Polvera, por la forma que tienen.



Un poco más al norte, se llega a la Siegessäule, la Columna a la Victoria, a la cual se puede subir y ver Berlin desde arriba. Una vista impresionante. Quise, al subir, contar los escalones, a la mitad me perdí. Al final solo supe que son muchos y que van en espiral hacia arriba, o hacia abajo!

Siguiendo la Straße des 17. Juni (fecha importante en Alemania, por un levantamiento de la Sociedad Civil y huelga casi general en la Alemania del Este en 1953), se llega al Brandenburger Tor, insignia de Berlin y frente al cual pasaba el Muro dividiendo Este del Oeste.

Cerca de allí se encuentra el Reichstag, el sitio del Parlamento, que desde hace unos anios tiene en la terraza una enorme cúpula de vidrio. Esta vez fue la primera que subí y me gusto mucho a decir verdad. Era el momento del atardecer, cuando el cielo no es ya azul cielo, pero tampoco negro noche, sino la confluencia de ambos tonos, teniidos por la luz del sol desapareciendo y su reflexión rojiza en las nubes.





Al pasar por debajo del Brandeburger Tor, se llega a otra calle famosa en Berlin, Unter den Linden se llama, por los árboles de tilo que hay sembrados a lo largo de la avenida. La calle lleva desde el Brandenburger Tor, hasta el centro de la Ciudad, pasando por la Opera, la Universidad de Humboldt y otros edificios históricos, hasta la Isla de los Museos. Allí deja de llamarse Unter den Linden, para ser la Karl-Liebknecht-Strße.



Esta calle lleva hasta el Alexanderplatz, donde se encuentra el reloj del mundo y la torre de television, así como muchas tiendas. La zona se llama Mitte y es donde hace unos anios era el centro cultural de la ciudad.

Hasta aquí llega hoy el tour por Berlin, tal vez en otra ocasión vea yo más o tome más fotos o investigué más sobre el significado histórico de los sitios.

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